Ceniza
Por Aloma Rodríguez
Agosto. Romina Paola. Marbot Ediciones. Barcelona, 2012. 171 páginas, 14 €.
Agosto es la estupenda segunda novela de Romina Paula (Buenos Aires, 1979), que también es dramaturga y actriz. Su primer libro, ¿Vos me querés a mí? (Entropía, Buenos Aires, 2005) aún no ha sido editada en España.
Emilia, la narradora y protagonista de Agosto, vuelve a su pueblo, Esquel, en la Patagonia, para participar en la ceremonia de esparcir las cenizas de su amiga Andrea, que murió cinco años atrás. La protagonista le cuenta a la amiga muerta los preparativos, el viaje en el autobús, su estancia en la casa de los padres de la amiga, su relación con la gata de la difunta, la ceremonia y todo lo que eso le provoca. Emilia y Andrea fueron mejores amigas: compartieron canciones y películas y su educación sentimental tuvo lugar en los noventa: la novela está salpicada de esas referencias y traza así un retrato generacional. Emilia busca la complicidad de la amiga muerta en el relato, escrito con el tono íntimo de un diario y con el estilo del monólogo interior. Entre los episodios de la vida cotidiana de Emilia, los recuerdos y reflexiones sobre el pasado y el futuro, sobre lo que dejó atrás y hacia dónde va a ir su vida ahora, sobre la muerte, la añoranza y la melancolía, se intercalan crónicas de crímenes escabrosos reales y ficticios (como The Brown Bunny, de Vincent Gallo).
Agosto cuenta un viaje, pero no iniciático, sino de vuelta e introspectivo: Emilia tiene que volver a su casa, a los recuerdos infancia, a su padre que ha rehecho su vida con una mujer que no es su madre –Cora, la madre de Emilia, desapareció cuando ella y su hermano eran unos niños-, al novio que dejó cuando decidió irse a Buenos Aires y a la vida que pudo haber sido suya de haberse quedado. Al subirse al autobús, que para en Bariloche y en el que el conductor “prohíbe ir sólido al baño”, deja su piso de Buenos Aires, que comparte con su hermano Ramiro y un novio, Manuel, y algo así como una vida. Es una historia de idas y venidas, de elecciones, de querer lo que no se tiene y el estilo muestra también ese vaivén. Emilia es consciente de su volubilidad: “siempre me pasa lo mismo cuando me voy de viaje, que no quiero volver, que siempre me fascino con otra vida, que me quedo enganchada con todas esas otras que soy cuando estoy lejos, en otros lugares, que a mí lo que me cuesta es el compromiso, que lo otro es fácil y ya sé, ya sé todo eso y no tengo ganas de escucharlo y además, esto no es un viaje”.
La idea de esparcir las cenizas sobre el puente es de Emilia y la toma de la película . “Propongo la ceremonia y después me deshago en lágrimas, con tus padres ahí, no quedaba bien. Fue más bien como conmoverse para adentro, una conmoción interna, como si algo, tus cenizas, eso que caía, se abismara, como si cayera dentro mío también, como si hubiera caído de espaldas hacia adentro, algo, sin gravedad”.
Esa noche Emilia acude al bar de una amiga y allí se encontrará con Julián, el ex novio que dejó al irse a la capital y que tal vez sea el amor de su vida. Ese encuentro, y que Julián haya tenido un hijo con otra, hará que Emilia se pregunte si quiere volver a Buenos Aires o si se arrepiente de no haberse quedado en Esquel. Emilia monta en la camioneta de Julián y ve la silla del niño: “ese asientito nada más y así de sucio como está, lleno de vida, me da la medida del desastre”. Ya en la casa confiesa: “Me haría una paja si no estuviera absolutamente sangrando en este momento”. Duda de sus decisiones pasadas y acepta compartir una parte del viaje de vuelta con él.
Agosto es un libro potente e hipnótico que habla de amor, de madurar y de tomar decisiones. El relato responde al fluir del pensamiento, de las reflexiones agolpadas, casi vomitadas, pero al mismo tiempo está medido y equilibrado: da la sensación de que no sobra ni falta nada. Se adentra en terrenos no necesariamente cómodos ni fáciles para plasmar, sin miedo ni pudor, las dudas de una joven que está en un momento de transición, un momento antes de decidir qué dirección tomar.
Sobre Aloma Rodríguez:
Licenciada en Filología Hispánica, es traductora de francés y fotógrafa. Ha publicado París tres (Xordica, 2007), Jóvenes y guapos (Xordica, 2010) y Solo si te mueves (Xordica, 2013), por el que ha sido elegida Nuevo Talento por FNAC. Escribe habitualmente en Heraldo de Aragón y colabora en la revista Letras Libres. Mantiene su blog (alomasimpe.com/blog) desde 2005.
Buenas tardes,
a mi me ha encantado ‘Agosto’, me he sentido muy identificada con la generación, con las canciones que evoca, con las dudas existenciales, amorosas, con las elecciones, con si hemos acertado, con lo que podría haber sido y no fue….está muy bien escrito, quizá no he entendido bien por qué hace esas referencias a crímenes ¿su amiga fue asesinada?, quizá por eso los evoca o sueña con ello…quizá nos queda esa duda, sobre la amiga…pero a la vez es secundario, lo importante es el vaivén interior de Emilia, perfectamente perfilado….Un libro muy recomendable. Saludos