Ciencia y poesía
Por Javier Moreno
Rafael Guillén, El otro lado de la niebla. Salto de Página. Madrid, 2013. 418 páginas, 17,50 €
Basarab Nicolescu, Teoremas poéticos. Salto de Página, Madrid, 2013. 96 páginas, 12 €
Afortunadamente poco a poco se va desmoronando el prejuicio que tiende a colocar en compartimentos estancos (estéticos y epistemológicos) la ciencia y la poesía. Todo comenzó (o no, no comenzó, sino que cobró actualidad o, dicho al modo de Michel Serres, vino a percolar, a aflorar en ese sube y baja estratigráfico que es la historia de las ideas) en la segunda mitad del siglo pasado. Roland Barthes, Michel Serres, Alain Badiou, Hans Magnus Enzensberger, Gottfried Benn, Miroslav Holub, Roberto Juarroz… La lista de pensadores y poetas que han transitado el terreno anfibio donde ambas disciplinas se tocan y emparentan es extensa.
Dejando a un lado el bien estudiado tópico de la poesía como pensamiento y conocimiento (no por tópico menos cierto) podemos decir que un nutrido grupo de poetas y críticos ha encontrado en ese territorio intermedio un espacio no solo habitable sino propicio para el cultivo de la belleza y, por qué no decirlo, de la razón. Si nos centramos en nuestro país, las iniciativas poéticas y críticas han ido en aumento a lo largo de los últimos años. La poesía y los ensayos de Agustín Fernández Mallo, la reedición de la poesía del cineasta-inventor José Val del Omar, el monumental ensayo Esperando a Gödel de Francisco González Fernández (fundador asimismo de ILICIA, un proyecto de investigación centrado en las relaciones entre literatura y ciencia), dosieres y monográficos aparecidos en revistas decanas de nuestra literatura como Quimera y Litoral… A ello se suman empresas editoriales como la colección Pi de poesía de la editorial Amargord y una serie de títulos de la colección de poesía de la editorial Salto de Página. Precisamente nos centraremos en esta última editorial, en particular en dos obras de reciente aparición, próximas no solo en el catálogo sino concomitantes en cuanto al objetivo de sus autores. Hablamos de El otro lado de la niebla, del poeta granadino Rafael Guillén y de los Teoremas poéticos del científico transdisciplinar Basarab Nicolescu.
El otro lado de la niebla, del poeta Rafael Guillén, se estructura en cuatro libros: Límites, Los estados transparentes, Los dominios del cóndor y Las edades del frío. Cada uno de estos libros está destinado a explorar, respectivamente, ideas que subyacen a lo más profundo de la física como son el tiempo, la materia, el espacio y el movimiento. El proyecto de Rafael Guillén tiene mucho de científico tanto en cuanto los temas concernidos en su poesía constituyen la base del pensamiento físico desde los orígenes presocráticos de esta disciplina. Y algo de presocrático hay en efecto en sus versos pues, al igual que aquellos precursores de la ciencia, resulta imposible deslindar al físico del poeta. Dichas cuestiones científicas no constituyen un contenido secundario dentro de su poesía sino que forman parte de su esencia. Todo cabe sinópticamente en la poesía de Rafael Guillén, desde la emoción subjetiva del poeta ante los seres y aconteceres del mundo hasta la anotación reflexiva suscitada por todas las escalas de lo existente. Así dice en uno de sus poemas: Materia traspasada/por un haz de infinitas transparencias./Bulle la vida, densa, en sus adentros/y mundos y sistemas se congregan/en torno de su corazón rugiente./No hay más extenso campo de batalla/que el interior de un átomo. La mirada del poeta granadino cumple así la función que Basarab Nicolescu exige paradigmáticamente al ser humano, la de lugar intermedio (tercio incluso) entre el reino de lo muy pequeño (física atómica) y de lo muy grande (relatividad general).
El ser humano es el tercero secretamente incluido (se refiere Nicolescu a la doctrina del tercio incluso, piedra clave de la transdisciplinariedad, que niega el punto de partida de la lógica aristotélica según la cual no hay síntesis posible de dos contrarios lógicos). Basarab Nicolescu es un físico teórico rumano, presidente y fundador del Centro Internacional de Investigaciones y Estudios Transdisciplinarios. Ahora aparece en la colección de poesía de Salto de Página una antología de sus Théorèmes Poétiques (Editions du Rocher, 1994), cuya selección y traducción ha corrido a cargo de la poeta Clara Janés. El propio Nicolescu reconoce en su prólogo que la idea de teoremas poéticos le vino a la cabeza en una reunión que tuvo lugar el 9 de febrero de 1991 con Michel Camus y el fallecido poeta argentino Roberto Juarroz (firmante junto a figuras como Gilbert Durand, Edgar Morin o el propio Nicolescu del primer simposio transdisciplinar que tuvo lugar en el convento de la Arrábida, en Portugal, en noviembre de 1994). Los teoremas poéticos, sigue diciendo Nicolescu en su prólogo, no son poemas y aún menos aforismos o pensamientos filosóficos, los teoremas poéticos son el lugar de encuentro entre la física cuántica, la Filosofía de la Naturaleza y la experiencia interior. El libro se estructura, al igual que la original edición francesa, en apartados temáticos que imantan la diversidad de temas y perspectivas que afrontan estos teoremas. Para Nicolescu el lenguaje se comporta de manera análoga al universo cuántico, y la poesía (con sus indeterminaciones y su sintaxis) es el modo en el que se enuncian sus leyes. Al fin y al cabo la filosofía transdisciplinar se inscribe dentro de las cosmovisiones analógicas -la Cosmodernidad, llama Nicolescu a esa Weltanschauung actualizada-, y como tal, confía en una unidad –si quiera poética- de los acontecimientos y las cosas. No podemos calificar (y en esto hay que dar la razón al propio Nicolescu) estas anotaciones como poesía. Más bien se trata de ideas acerca de la naturaleza, de la política o del ser humano expresadas de un modo poético, más cercanas al lenguaje de la filosofía que al de la poesía. Solo en ocasiones Nicolescu parece interesado en dotar de tono poético a sus anotaciones, como en este teorema que afirma:
El sentido de la vida del hombre es dejar huellas. Como las partículas cuánticas en una cámara de burbujas. El invisible hecho visible.
Isomorfismos, los llamaría Nicolescu. Hallazgos que relacionan diversos niveles de realidad. Metáforas sujetas a las riendas de la lógica. La lectura de este libro singular recuerda en ocasiones a la de los filósofos presocráticos griegos, a los fragmentos de la malograda enciclopedia de Novalis. Sea como fuere, e independiente del género al que queramos adscribir estas notas de Nicolescu, calificaría la aparición de Teoremas poéticos como un gesto editorial necesario para acercar al lector al pensamiento transdisciplinar, que es lo mismo que decir a una vía nada desdeñable para el encuentro de la ciencia y de la poesía.
Sobre Javier Moreno:
Uno de los narradores y poetas más valientes y con mayor calidad de página de nuestra literatura. Es capaz de tocar todos los géneros, desde la distopía a la autobiografía fragmentada.Sus dos últimas obras son el poemario Cadena de bísquedas (El Desvelo) y la novela 2020 (Lengua de Trapo).
Fusión Efecto – Afecto en la obra genial de Basarab Nicolescu !